Terminamos hoy nuestra serie de mente dividida, y volvemos a recordar el desafío que hizo Elías al pueblo de Israel en 1 Reyes 18: 21:
¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él.
Es el mismo reto para nosotros hoy, y también nos exige una decisión.
Al ver hoy, en la vida de Josué al momento de relevar a Moisés en el mando, también nos encontramos con otra persona que en su momento también confrontó de la misma manera al mismo pueblo. En Josué 24: 15 leemos:
… escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.
Al igual que Josué, nosotros debemos depender de Dios para todo en nuestras vidas, y ese era su reto al tomar el mando de la nación y guiarla en la conquista de la tierra prometida.
Lo que enfrentaba Josué y sus responsabilidades no podían impedir o interponerse en el estudio y consideración constante de la palabra de Dios, y así también debe ser para nosotros. Que la meditación y el conocimiento de la palabra de Dios no se aparte de nuestra boca ni de nuestra mente.