¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia.

En la enseñanza de hoy podemos gozarnos en recordar el Dios que tenemos, en su profundo amor por su pueblo y en lo inmenso de su perdón.

Te invitamos a considerar lo que DIos expreza de su carácter en el libro de Miqueas y a meditar en el gran amor que ha expresado al ofrecer salvación por medio de su hijo Jesucristo.