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En nuestro último estudio de la serie de mayordomía, hemos hecho un repaso de parte de lo que hemos visto durante los últimos domingos. Quizás lo que más debemos tener presente es que todo lo que consideramos nuestras posesiones en realidad pertenecen a quien nos las ha dado, esto es a Dios, y que nuestra labor es administrarlas sabiamente, como buenos mayordomos, no aferrándonos a ellas. El dueño esta emocionalmente ligado a la propiedad, el mayordomo no.
Recordemos que debemos tener contentamiento, y que el contentamiento no es lo mismo que conformismo. En realidad muchos de nuestros problemas económicos vienen por falta del gozo o del contentamiento. Proverbios 13: 11 nos ayuda a tener presente que no hay hay dinero fácil, que los atajos no funcionan. Por esto, si en nuestra vida no hay integridad, tampoco podemos esperar bendición. Integridad es hacer lo correcto cuando nadie está mirando. Así que un buen mayordomo hace lo correcto en todo momento, administrando con generosidad y con amor.
Te invitamos a escuchar esta última enseñanza sobre mayordomía, en la que encontrarás consejos prácticos, fundamentados en la palabra de Dios, que te ayudarán a tener una perspectiva correcta de la administración de aquello que Dios ha puesto en tus manos. Así mismo, a continuación encontrarás las diapositivas que también te pueden ser útiles.