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Cristo debe ser nuestro todo en todo. Una buena forma de comenzar el año es haciendo de Cristo el centro de nuestras vidas. Las falsas expectativas, o poner en el centro cualquier otra cosa que no sea Dios, sólo nos traerá insatisfacción. El agua que sacia es Cristo. Jesús debe ser más importante que cualquier otra cosa en neustras vidas.
En la enseñanza de hoy, a la luz de Éxodo 17: 8 – 16 recordamos que como creyentes estamos en medio de una guerra. ¿Cómo estás librando tú la guerra?