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Nuestra sociedad es fiel solo a su corazón y a su conveniencia, y como cristianos debemos tener cuidado, porque estamos en esa sociedad, y podemos vernos afectados por esa manera de pensar.
La enseñanza de hoy aborda el tema de la deslealtad, y la deslealtad tiene :
Un principio, comienza en el corazón (Is. 14: 12-14)
Un producto, nunca trae buenas consecuencias (Is. 14: 15), el pecado siempre sale a flote.
Un proceso (1 Samuel 8)
Hoy veremos tres pasos hacia la deslealtad con Dios.
1. Se comienza por acostumbrarse a Dios
El pueblo de Israel se acostumbró a Dios
- Se acostumbraron a los milagros (1 Samuel 8: 5)
- Se acostumbraron a estar en la presencia de Dios (1 Samuel 8: 7)
- Se acostumbraron a ver el poder de Dios (1 Samuel 8: 8)
La costumbre es algo habitual, una repetición, una rutina, y también puede pasarnos en la iglesia, lo quite vemos en la iglesia es un resultado de la relación con Dios, y debemos tener presente que la obediencia es lo opuesto a la deslealtad.
Cuando me acostumbro a Dios:
- Endurezco mi corazón
- Exijo mi conveniencia
- Desestimo al creador
Cuando me acostumbro, lo extraordinario se vuelve ordinario.
2. Se acomodaron al mundo 1 Sam. 19: 20Cuando me acomodo:
- Enaltezco mi corazón
- Exijo mi conveniencia
- Desestimo al creador
Se aburguesaron en su marcha (1 Samuel 8: 20)
Desecharon a Dios
Un burgués es alguien que pertenece a la clase alta. Ellos se deslumbraron ante la gloria de tener un rey no estimaron la gloria de Dios. Me aburgueso cuando mi posición me hace creer lo que no soy, es lo que sucedió con David, y casi pierde el trono por dedicarse a él mismo
Cuando me aburgueso:
- Enfrio mi corazón
- Estanco mi corazón
- Desestimo al creador
Esto lleva a que mi testimonio, mi ejemplo se opaque.
La deslealtad y la traición a Dios la cuido cuando cuido de los pequeños detalles (Mateo 25:21) siendo fiel en lo poco, Eclesiastés 10: 1
¿Qué detalles?
Ante Dios no hay secretos, debo cuidar qué miro, qué escucho, en qué me deleito, qué amistades tengo y que´dejo que influencie mi vida.