Seguimos con esta serie para la familia y ha sido un experimento interesante trabajar juntos en el proceso de preparar estas enseñanzas.
El domingo pasado, dimos inicio a una pequeña serie de tres enseñanzas orientadas hacia la familia desde la estrategia que tenemos como iglesia que es presentar, conocer y servir a Cristo. Estuvimos estudiando la familia de Adán y Eva, y de la tarea que ellos enfrentaron como padres en cuanto a cómo enseñar a sus hijos la verdad del evangelio. Y desde esa perspectiva pensábamos en la tarea que tenemos como padres de presentar a Cristo a nuestros hijos, y también como familia.
Hoy llegamos a la segunda parte de esta serie en la que estaremos estudiando la familia de Samuel dentro del marco de conocer a Cristo en familia. Y quiero resaltar algo que ya dijimos el domingo pasado: podemos ver y hablar de que nuestro objetivo como iglesia es presentar, conocer y servir a Cristo, y esto puede quedar en palabras bonitas y en buenas intenciones. Y podemos pensar que eso es tema de la iglesia y de los que hacen parte del liderazgo, pero la realidad es que los que podemos participar de una u otra forma en el liderazgo no somos la iglesia, la iglesia la conformamos todos, y es nuestro deseo que más allá de quedarse en algo en el papel, estos principios empiecen a quedarse en nuestro corazón y a impactar nuestras familias. Y de esta manera veremos una iglesia impactada. Como decía hace unas semanas: La unidad en el Espíritu entre nosotros es directamente proporcional al tipo de relación que cada uno de nosotros tiene con Cristo.